Viaje a Panamá y Costa Rica


Viaje de reconocimiento con la tribu Ngäbe-Buglé

Casas de los Ngäbe Buglé, Comunidad Centro Daira 2, Bocas del Toro, Panamá.

Aún puedo recordar cuando nuestro maestro, el Hno. Dante, nos invitó al viaje misionero a Panamá, y yo dije "NO, no cuenten conmigo." Dentro de mi estaba el deseo de ir, pero sabía que mis padres jamás me iban a dar permiso, que no tendría el dinero suficiente para ir, que mi pasaporte se vencía 1 mes antes de ir, etc. Tantos obstáculos veía, pero decidí confiar en Dios. Me puse a orar, y le dije al Señor que si era Su voluntad que yo fuera a este viaje que Él se encargará de todo. Él sabía que desde pequeña era mi sueño conocer otros países y poder hacer un viaje misionero a algún lugar donde no hubiera nada del Evangelio aún. Decidí hacer una lista muy específica de cada cosa que necesitaría. Escribí en mi cuaderno el objeto y el precio, desde mi pasaporte y los boletos de avión hasta el bloqueador y el impermeable. Pero había una condición, yo no iba a pedir dinero a nadie, ni a enseñar esa lista, cada cosa tendría que venir directamente como una respuesta de Dios a la oración. Y sí, Él contesto todas y cada una de esas oraciones (aún mis padres ambos me dieron permiso el mismo día). Fue muy emocionante ver cómo Dios uso a mi familia, hermanos aún de otras iglesias, mis tías, amigos, compañeros, etc., para proveer lo que yo necesitaba. (Y claro, también trate de trabajar y ahorrar lo más posible dando clases de piano y vendiendo galletitas!) 
Dios sí concede los deseos de nuestros corazones cuando decidimos poner nuestra fe en Él.
Gracias a Dios pudimos ir y venir con bien.
Fue muy especial ver la provision y el cuidado de Dios para cada uno de nosotros y saber que estaban orando por nosotros fue de mucho valor. Muchas gracias, hermanos, por su apoyo y sus oraciones. 

El propósito del viaje era hacer una investigación de campo para el proyecto que próximamente iniciara el Hno. Daniel Alvarado y su esposa Lore al la lengua de los Ngäbe Buglé. Esta tribu esta ubicada en la costa y algunas islas del noreste de Panamá. Durante el viaje pudimos hacer varios contactos muy importantes para el proyecto de traducción de la Biblia al Ngäbe Buglé.



El viaje estuvo lleno de aventuras. Salimos el miércoles 27 de junio rumbo a Ciudad de Mexico. De ahí tomamos un avión para San José, Costa Rica, el jueves en la madrugada.

 Llegamos 2:30 horas después, y nos recogió el Hno. Uriel Castro. Esa noche pudimos acompañarlo al servicio de la iglesia que pastorea en Heredia, un pueblo cercano a San José.



 


Al día siguiente salimos temprano para la frontera con Panamá en una buceta (un tipo de minibus). Llegamos como 20 minutos antes de que cerraran migración, debíamos haber llegado antes, pero por las fuertes lluvias, 2 accidentes, 3 árboles caídos, y muchos kilómetros de tráfico en las curvas de la sierra, el viaje nos llevó más de lo esperado.


Cuando llegamos a Sixaola, el Pastor Jhonny Robles y su familia nos estaban esperando. A pesar de que algunos compañeros tuvieron problemas con migración, gracias a Dios todo se pudo arreglar y pudimos llegar con bien hasta Changuinola.




Ese primer fin de semana estuvimos apoyando en las actividades de evangelismo y club de jovenes de la iglesia. La iglesia fue muy hospedadora y amorosa, nos alimentaron muy bien y nos dieron mucho cariño. Fue una bendición estar ahí.
El lunes temprano salimos para la comarca donde viven los Ngäbe Buglé. Se tiene que tomar un kayuko y salir a mar abierto por casi una hora. Al llegar al supuesto destino resulto que nos habían dejado en el lugar equivocado. Tuvimos que caminar por 3 horas (aprox. 3 km) en pantanos de mas de 50 cm de profundidad, en el sol, y cargando todas las mochilas.


Fue una experiencia muy difícil, pero también fue muy divertido, lo volvería a hacer. 😉 No cabe duda que Dios nos ayudo para salir de ahí. Cuando llegamos al lugar, los nativos estaban contentos que no nos hubiese sucedido ningún incidente, pues, dicen ellos que en esa area habían visto lagartos (cocodrilos) y jaguares. Gracias a Dios por su protección.






La comarca Ngäbe Buglé es un lugar precioso, sus casas con techo de palma son muy frescas. Las personas son muy nobles y lo más importante es que están abiertos a escuchar el evangelio. 


Rostros de niños Ngäbe Buglés.




Casa de los Ngäbe Buglé.

Aprendimos muchas cosas estando ahí respecto a la cultura, las tradiciones, las creencias, y el idioma de los Ngäbe Buglé. Será un gran reto para el Hno. Daniel y Lore. Sólo para contar los Ngäbe Buglé tienen 16 sistemas diferentes: para tiempo, para distancia, para frutas, para personas, para dinero, para objetos redondos, para animales, ... y ya no recuerdo para qué mas! 😰 ¿Entonces cómo se supone que traduzcamos una frase tan simple como "5 panes y 2 peces"? Dios dará la gracia necesaria, pues es Su deseo que este pueblo también tenga Su Palabra.






Tuve el privilegio de guiar a Cristo a la directora de la escuela, la Sra. Carmen. Ella fue de mucha ayuda para el equipo, nos proporciono mucha información, (siendo foránea lleva mas de 11 años viviendo en esta comarca), incluyendo una guía de sonidos para el alfabeto Ngäbe Buglé. Fue un gusto conocerla. 







Durante nuestra estancia allí también tuvimos la oportunidad de hacer una mini-escuelita para niños, donde les dimos el mensaje de salvación, la historia de la creación, juegos, etc. Fue un tiempo muy hermoso, y los niños de la comarca son muy amigables y abiertos a escuchar.

(Los Ngäbes creen en el Mamatata, que es un dios hombre-mujer, y tiene un hijo. Creen en los espíritus malignos y les temen, así como también en el Sukia, una especie de curandero-brujo, que les puede decir el futuro e incluso sabe quien va a llegar a la isla. También le temen a la Chela, un demonio que se aparece por las noches, y quien lo ve queda loco. Oremos por ellos, que pronto puedan ser libres de los temores y la superstición, y vengan al conocimiento y la luz del evangelio de Cristo.)



De regreso para Chiriquí, (Changuinola), el kayuko nos recogió en la entrada de la aldea, así no tuvimos que caminar tanto. El río estaba muy bajo, y mi fobia al mar y a los barcos no ayudo mucho, varias veces se iba a voltear y tenía mucho miedo. Pero el trayecto fue mas corto, y gracias a Dios llegamos con bien a nuestro destino. 

De regreso pudimos estar unos días con la familia Robles y apoyar en la iglesia en las conferencias de jóvenes, evangelismo, en el culto infantil, y dando clases de escuela dominical. 
Fue un tiempo de mucha bendición.

GRACIAS por todo su apoyo en oración, las ofrendas especiales, por estar al pendiente y mandar mensajes. 😊 Dios conoce su corazón, y Él sabe su deseo de apoyar también este proyecto, que no sería posible sin el apoyo de tantas personas.
Que el Señor les bendiga.









 GRACIAS por todo su apoyo en oración, las ofrendas especiales, por estar al pendiente y mandar mensajes. 😊 
Dios conoce su corazón, y Él sabe su deseo de apoyar también este proyecto, que no sería posible sin el apoyo de tantas personas.
Que el Señor les bendiga.

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